Durante el desarrollo de nuevos productos, una de las principales pruebas in vitro a realizar es la de citotoxicidad. Sin embargo, todavía existen muchas dudas sobre lo que realmente logra esta prueba y, ¡eso es lo que queremos explicar en las próximas líneas!

La prueba de citotoxicidad se realiza en cultivo celular y existen normativas específicas en la Organization of Economic Co-peration and Development (OECD) y en la International Standards Organization (ISO) sobre cuáles células y cuáles protocolos son los más adecuados para esta prueba. La pregunta principal que responde la prueba de citotoxicidad es si la materia prima o el producto que se está probando tiene la capacidad de matar las células o evitar que estas células se dividan, es decir, siendo dañino para su uso en seres vivos.

Existen diferentes formas de evaluar si las células están vivas o no después del contacto con los productos, siendo las más conocidas: rojo neutro, 3- (4,5-dimetiltiazol-2-il) 2,5-difenil bromuro de tretazolio (MTT)

y sulforadamina B. El rojo neutro, por ejemplo, es un colorante vital que tiene la capacidad de entrar en las células y teñir los lisosomas (orgánulos dentro de las células). Por tanto, si el producto conduce a la muerte celular, no se tiñerán con rojo neutro. ¡Para analizar los resultados, debemos utilizar buenos controles! Es decir, un control negativo con células que permanecerán vivas y un control positivo, utilizando un reactivo que sabemos que matará las células. Por lo tanto, estaremos seguros del resultado de la prueba que estamos observando.

En Núcleo Vitro realizamos la prueba de citotoxicidad siguiendo las normativas internacionales de OECD e ISO con estrictos controles para traer siempre resultados fiables a las empresas. Ponte en contacto para saber más y hacer un presupuesto.